sábado, 24 de julio de 2010

LA LIBERTAD DEL ALMA

 
La vida es un proceso constante de creación. Cada minuto creamos nuestra realidad. La decisión tomada en un día, quizá no es la misma que tomaríamos hoy o mañana. No obstante, todas las veces que elijamos, elegimos lo mismo.
Cuando "adoptamos una decisión" acerca de algo, ponemos en marcha al universo. Se mueven fuerzas que escapan a nuestra  comprensión, energías que interactúan creando vida. Cuando enfocamos un propósito, nos concentramos en él permaneciendo firmes, eligiendo con todo nuestro corazón, siguiendo adelante, nuestra alma empieza a crear  no a reaccionar. El alma sabe que la experiencia que estamos teniendo, es una experiencia que estaba asentada antes de que tuviésemos conocimiento de ella. Es pre-sente. Ya está en camino antes que lo busquemos. Cada momento actual es un regalo del cielo, de ahí su nombre de “presente”. El alma busca intuitivamente y su intención es conocerse a sí misma, conocernos, por entender que el tu y yo son UNO, aunque la mente con nuestro ego niegue esa verdad y el cuerpo la siga en esa negación. Es importante que llegado un momento de gran decisión, busquemos el alma, ya que ésta entiende lo que la mente no puede entender. 
 
Si pasamos el tiempo tratando de establecer que es lo mejor, eligiendo con cautela, las decisiones pueden ser interminables nadando en un mar de expectativas donde es fácil ahogarse.  Escuchar al alma que habla a través de los sentimientos, es nuestra verdad a respetar . Nuestra verdad es lo mejor para uno mismo. Siempre podemos filtrar nuestros sentimientos a través de nuestra mente, analizarlos. “Racionalizar nuestros sentimientos”, me dijo alguien una vez que era infeliz. Hay libertad para ello pero si elegimos la racionalización no sabremos quienes somos realmente.
Cuando somos capaces de crear una experiencia basada en nuestra verdad de ahora en vez de reaccionar basándonos en una verdad pasada, generamos nuestro SER. Si nos lleva tanto tiempo crear la realidad que elegimos es porque no vivimos nuestra verdad. Conozcamos nuestra verdad y la verdad nos hará libres. Lo importante es cómo expresamos nuestra verdad, yo elijo hacerlo con amor. Tenemos tanto miedo a causar o enfrentar posibles desavenencias que ocultamos nuestra verdad por completo. Pero no podemos asumir la responsabilidad en razón del favor con que otro acepta nuestra verdad, solo podemos asegurarnos que se ha comunicado bien, es decir, clara, amorosa, compasiva, valiente, plena, la verdad llana y si quieres brutal, pero no negativa.
No hay que confundir sentimientos con un modelo falsificado que es construido por nuestra mente, los pensamientos.  El mayor reto como ser humano es  el Ser Consciente, el Aquí Ahora . Sin embargo, llega un momento en que empezamos a construir pensamientos a su alrededor. En vez de estar en el momento, permanecemos fuera y lo juzgamos. Entonces, reaccionamos. Es decir, actuamos como lo habíamos hecho antes.
Dos palabras marcan una diferencia fundamental: REACTIVO y CREATIVO
Sólo al mover la "C" y colocarla en su sitio correcto, nos volvemos Creativos, en vez de Reactivos. Cuando llegamos limpios a cada momento, sin un pensamiento previo, sin prejuzgar, podemos crear quienes somos, en vez de re-accionar como quién fuimos una vez, producto de nuestra mente. Viviríamos en un proceso de creación y no de representación.
Es difícil que el ser humano racional ignore la experiencia previa en el momento en que ocurre algo. Es incluso normal invocar todo lo que uno conoce sobre el tema y responder a partir de esa base. Puede ser normal, pero no es natural. "Normal" significa algo que se hace generalmente. Según nuestra doma, educación,  intelectualidad. "Natural" es cómo eres cuando no estás tratando de ser "normal".
Natural y normal no son lo mismo. En un momento dado podemos hacer lo que hacemos normalmente o podemos hacer lo que proceda de modo natural. Nosotros elegimos.
 

viernes, 16 de julio de 2010

LA CONCIENCIA DEL SER

 
 
  El intento del hombre para expresar su amor, traerá como resultado la paz en la tierra. Valorar su poder o efecto, puede cambiar totalmente las acti­tudes entre las personas. Cuando se practique, po­drá revolucionar al mundo.
El problema espiritual inmediato al que los seres de buena voluntad se enfrentan, es contrarrestar gradualmente el odio.
La clave de las dificultades que sufre la humanidad,  se debe a que recibió y no dio, aceptó y no compartió, acumuló y no distribuyó. Esto ha implicado el quebrantamiento de una ley que ha colocado a la humanidad en una posición de culpabilidad.
La humanidad nunca ha vivido realmente de acuerdo a la enseñanza recibida, a la formación espiritual trasmitida,  no ha sido expresada como se espera­ba. Los hombres no viven de acuerdo a lo que saben ni po­nen en práctica sus conocimientos;  están controlados por los deseos y ambición en vez de por el conocimiento inter­no. Nos tienen bien cogidos los pecados capitales, que nos angustian, pero que no estamos dispuestos que nadie venga y nos diga que los tenemos. Y pensar que la única forma de quitarlos de encima es que lo reconozcamos, que aceptemos nuestra mala educación para empezar a educarnos en el amor…
La sociedad está cubierta por un manto de morbosidad donde todos somos partícipes. Nos encanta el morbo de conversación y marearnos en  palabras huecas, sin sustancia, por muy bellas que parezcan aparentemente. Aburre el entrar a debatir con ánimo de aprender, actuar sin hipocresía, llevar a la práctica nuestros buenos deseos como ejercicio de libertad. Profundizar sobre las cuestiones y ahondar sobre las soluciones, todo esto pasa por el dato de una actitud responsable con el mundo y con uno mismo.
Es preferible la frivolidad antes que la sinceridad. La ironía y el cinismo antes que la frescura del que habla abiertamente, del que se expresa sin trampa ni cartón. Es más aceptado y divertido el ser  inconsciente que el ser consciente. No queremos escuchar. No queremos que se nos diga nada que suponga un desajuste en nuestro metro cuadrado existencial. Aunque estamos en una era donde la capacidad de obtener información es extraordinaria, no queremos saber. Aunque estamos más cerca que nunca de comunicarnos con medios a nuestro alcance, no queremos expresarnos, sólo hacer correr un tupido velo que oculte nuestros verdaderos sentimiento.  Es más divertido engañarnos que ver nuestra verdad. 

miércoles, 14 de julio de 2010

LA VERDAD SEGÚN GANDHI

 
 
Qué es la verdad? El asunto contiene sus dificultades. En lo que me concierne, las he resuelto diciendo que es la voz interna que nos habla. Me preguntarán: ¿Cómo sucede entonces que hay diversos espíritus que conciben verdades disímiles y hasta opues­tas? Ocurre que el espíritu humano tiene que pasar por innumerables intermediarios antes de elaborar una conclusión, y su evo­lución no es la misma en todos.
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La verdad jamás daña a una causa justa.
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En la verdad, percibo la belleza: La des­cubro a través de la verdad. Todo lo que es verdad, no apenas las ideas exactas, sino también los rostros francos, los retratos fie­les y los cantos más naturales son objetos de belleza, e inclusive de inmensa belleza a veces. Son poquísimos los que saben dis­cernir la belleza que emana de la verdad.
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Sin duda, lo que a uno puede parecer un yerro manifiesto, a otro puede parecerle sabiduría pura. Y nada puede hacer, aun­que sea víctima de una alucinación.
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No tengo nada nuevo para enseñarle al mundo. La verdad y la no violencia son tan antiguas como las montañas. Todo lo que hice fue tratar de experimentarlas en la mayor escala posible.
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El silencio ayuda mucho a quien, como yo, procura la verdad. En un estado de si­lencio, el alma encuentra el sendero ilu­minado por la luz más clara, y lo que era esquivo y engañoso, es resuelto por una claridad cristalina. Nuestra vida es una prolongada y ardua búsqueda de la ver­dad. Y para alcanzar la cima más elevada, el alma requiere reposo interior.
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Las creaciones realmente bellas apare­cen cuando surge la comprensión verda­dera. Si estos momentos son raros en la vi­da, también son raros en las artes.
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La verdad es como un inmenso árbol que brinda más y más frutos cuanto más se lo nutre. Cuando más hondo se excava en la mina de la verdad, más ricos son los des­cubrimientos de las gemas allí existentes, lo cual abre todavía mayores variedades de servicio al prójimo.
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Cuando la contención y la cortesía se unen a la fortaleza, esta última se vuelve irresistible.
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Si aspiramos a ser hombres que caminan con la cabeza erguida y no sobre cuatro patas, comprendamos de una vez por to­das que debemos someternos voluntaria­mente a la disciplina y a las restricciones... Satyagraha  (Fortaleza de la verdad) no comienza ni termina con la desobediencia civil.
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En todas partes veo que cunden la exa­geración y la mentira. Pese a todos mis es­fuerzos, no alcanzo a saber dónde se es­conde la verdad. No obstante, tengo la im­presión de que me aproximo a ella, a me­dida que disminuye la distancia que me separa de Dios.
SATYAGRAHA
Satyagraha es gentil, jamás lastima. No puede ser resultado de la ira o la malicia. ja­más hace estrépito, nunca es impaciente ni vocifera. Es el opuesto directo de la com­pulsión. Se concibió como sustituto com­pleto de la violencia.
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Si tuviéramos una visión plena de la ver­dad, ya no buscaríamos a Dios, sino que seríamos uno con él, porque la verdad es Dios. Mientras no lo logremos, seremos imperfectos. Por consiguiente, la religión -tal como ia concebimos- también tiene que ser imperfecta: está sujeta a evolución.
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La palabra satya (verdad) deriva de sat que significa "ser". Nada es o existe real­mente, excepto la verdad. Tal es el motivo de que sat o verdad sea quizás el nombre más importante de Dios. En efecto, es más correcto decir que la verdad es Dios que decir Dios es la verdad.
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Satyagraha es una fortaleza que pueden ejercer tanto los individuos como las comu­nidades, tanto para cuestiones políticas co­mo domésticas. Su aplicabilidad universal demuestra lo perdurable e invencible que es. Pueden usarla indistintamente hombres, mujeres y niños. Y es absolutamente falso decir que a esta fuerza la utilizan solamen­te los débiles mientras son incapaces de en­frentar a la violencia con violencia.
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La devoción a esa verdad es la única jus­tificación de nuestra existencia. Todas nuestras actividades deberían estar centra­das en la verdad. La verdad debería ser nuestro aliento de vida. Una vez que el pe­regrino llegue a esa etapa de su evolución, las demás reglas del correcto vivir surgirán sin esfuerzo, siendo instintiva la obedien­cia a tales reglas. Sin embargo, sin la ver­dad sería imposible observar ninguna regla o principio de vida.
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Verdad (satya), que implica amor, y fir­meza (agraha), confluyen y por lo tanto sir­ven como sinónimo de fortaleza. De ese modo comencé a llamar al movimiento hindú, es decir, satyagraha, la fuerza no violenta que nace de la verdad y el amor, y desistí de usar la denominación "resis­tencia pasiva".
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Al haberme iniciado en satyagraha, he advertido que si se quiere alcanzar la ver­dad, en vez de recurrir a la fuerza hay que apartar al adversario de su error, con pa­ciencia y bondad. Porque lo que a unos les parece verdad, a otros puede parecerles falso. Por otra parte, esa obra de paciencia significa que uno debe hacer recaer sobre sí todos los padecimientos necesarios. De este modo, la verdad se da a conocer, no por sufrimientos infligidos a los demás, si­no por los que uno se impone.
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La belleza de satyagraha es que viene hacia ti, no hace falta que salgas en su búsqueda.


MI COMENTARIO

La verdad se encuentra en cada corazón humano y tenemos  que buscarla allí. Debemos dejarnos conducir por la verdad, del modo en que la concibamos. Pero nadie tiene el dere­cho de forzar a otros a que actúen.

lunes, 12 de julio de 2010

LA ALQUIMIA DEL DOLOR

Confianza


Las pérdidas de nuestros amigos o de seres queridos e incluso pérdidas de nuestras ilusiones y sueños, forman parte de nuestra vida. Son constantes, ineludibles y universales. No obstante, aunque no nos guste, son pérdidas necesarias porque crecemos a través de ellas. Es cierto, que la vivencia por esa pérdida no es la misma en ninguno de estos casos, pero sí existe un lugar común a todas ellas: el dolor, ese otro lugar.
El hecho de pensar que el cambio sea para mejor no evita que nos duela, anima a seguir pero no elimina la pena. En este proceso de "cuerpo de dolor" donde nos encontramos, es importante recordar que uno no puede vivir sin uno mismo, que somos imprescindibles para seguir existiendo. Que el camino de este proceso señala que debemos renunciar a lo que ya no está y que eso es madurar, que las emociones implican acción y por tanto precede al movimiento. Es necesario establecer a partir de aquí, que ese dolor es el que, de alguna manera, abre la puerta hacia una nueva dimensión, es el dolor inevitable para conseguir una sola cosa, mi propio crecimiento, mi evolución. Nadie crece desde otro lugar que no sea haber pasado por un dolor asociado a la frustración, a una pérdida. Nadie crece sin tener conciencia de algo que ya no es.
Es importante no desviarnos hacia el sufrimiento, que es un estado crónico del dolor, es la decisión inconsciente de no seguir avanzando. Es la negación de soltar lo perdido. La diferencia entre uno y otro es que el dolor tiene un final, en cambio, el sufrimiento podría no terminar nunca. Es cambiar un momento en una forma de existencia, el que nos puede servir de excusa para vivir. Es apegarse a un recuerdo para no dejar de llorarlo y creemos que así no lo olvidaremos nunca. Una misteriosa y errónea lealtad con los que ya no están. Es nuestra enfermedad, que se exhibe y busca testigos. Sin embargo, el dolor es silencioso. Antes de llegar a esto, hemos de creer y confiar que se puede seguir adelante, que podemos superar las dificultades porque nos va la vida en ello, esencial para nuestro existir. Si se es creyente, confiar en que no es Dios quien nos manda el problema sino que nos da la fuerza, el valor y el coraje para superarlo. Confiar y tener fe en nosotros al soltar lo perdido para abrirnos a un mundo desconocido. Obligarnos a crecer y atrevernos a descubrir quienes somos. Confiar, en fin, que el frío es siempre a la medida del cobijo.

domingo, 11 de julio de 2010

NO A LA TRISTEZA DEL DESENCANTO

Sea cual sea el agravio cometido por aquel que dijo ser amig@, no podemos guardar rencor al prójimo y menos aún actuar guiado por la venganza, pues el trono no es del soberbio sino del sencillo, del humilde. No podemos envidiar el auge del pecador, pues no sabemos cuál será su desenlace ni deslumbrarnos por el éxito de los malvados, porque se ha de recordar que, aunque así pueda parecer, no morirán impunes. Hemos de saber que caminamos entre trampas y paseamos sobre murallas. Cuando se pueda, asistir al prójimo, por los sabios dejarnos aconsejar y dialogar con el inteligente, que gente honrada comparta nuestra mesa. 

El rencor es detestable y el vengativo sufrirá su propia venganza, es mejor perdonar las ofensas del prójimo, así cuando oremos también serán perdonados nuestros pecados "perdona señor nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden". No nos abandonemos a la tristeza ni nos atormentemos con nuestros pensamientos. La alegría de corazón es vida y la felicidad alarga nuestra existencia. Ama tu alma y consuela tu corazón, apartémonos de la tristeza del desencanto, pues ha perdido a muchos y no se saca de ella ningún provecho. Que nuestro corazón brille radiante así tendrá buen apetito y aprovechará todo lo que come

sábado, 10 de julio de 2010

LA AMISTAD SEGÚN LA BIBLIA Y MI COMENTARIO

LA AMISTAD SEGÚN EL ECLESIÁSTICO:


Dice el Eclesiástico (6 5-17 ) sobre la amistad


Las palabras amables multiplican los amigos, 
la lengua afable multiplica los saludos.
Sean muchos los que te saluden, 
pero confidente, sólo uno entre mil. 
Si te echas un amigo, hazlo con tiento
y no tengas prisa en confiarte a él.
Porque hay amigos de ocasión,
que te abandonan el día de la desgracia. 
Hay amigos que se convierten en enemigos,
y te averguenzan descubriendo tus riñas.
Hay amigos que comparten tu mesa,
y te abandonan el día de la desgracia. 
Cuando las cosas van bien, son como otro tu,
e incluso son amables con tus servidores;
pero si eres humillado, se ponen contra ti
y se esconden de tu presencia.
Apártate de tus enemigos,
y no te fíes demasiado de tus amigos.
El amigo fiel es un apoyo seguro,
quien lo encuentra, ha encontrado un tesoro. 
El amigo fiel no tiene precio, 
su valor es incalculable. 
El amigo fiel es un elixir de vida, 
los que temen al Señor lo encontrarán. 
El que teme al Señor orienta bien su amistad,
porque, según sea él así será su amigo.


En el capítulo 12 8-18, nos cuenta que ha de entenderse por verdaderos y falsos amigos:

No se conoce al amigo en la prosperidad,
ni se oculta al enemigo en la adversidad. 
Cuando uno prospera, sus enemigos se entristece,
pero en la adversidad, hasta su amigo lo abandona. 
No te fies nunca de tu enemigo,
pues su maldad es como bronce que se oxida.
Aunque se haga el humilde y camine cabizbajo, 
ten cuidado y desconfia de él.
trátalo como quien pule un espejo, 
y sabe que su herrunbre acabará desapareciendo.
No lo pongas junto a ti,
no sea que se vuelva contra ti y te quite el puesto.
No lo sientes a tu derecha, 
no sea que pretenda ocupar tu asiento,
y al fin comprendas mis palabras
y te pese recordar mis consejos.
¿Quién se compadece del encantador mordido por la serpiente
y de todos los que se acercan a las fieras?
Lo mismo le ocurre al que anda con el pecador
y se enreda con sus pecados.
Por un tiempo permanecerá contigo el pecador, pero si te rebelas, no te aguantará.
El enemigo habla con labios melosos,
pero en su corazón trama cómo arrojarte a la fosa.
El enemigo derrama lágrimas de sus ojos,
pero llegada la ocasión, no se saciará de verter sangre.
Si te ocurre una desgracia, allí lo encontrarás, 
y fingiendo ayudarte, te pondrá la zancadilla.
Meneará la cabeza, batirá palmas,
hablará entre dientes y cambiará de cara.



En el capítulo 22 19-26 proclama la amistad:

Quien hiere el ojo, hace saltar lágrimas, 
quien hiere el corazón, descubre sentimientos.
Quien tira una piedra a un pájaro, lo ahuyenta, 
quien afrenta al amigo rompa su amistad.

Si has empuñado la espada contra tu amigo,
no desesperes, que aún puede volver a ti;
si has abierto la boca contra tu amigo,
no temas, que aún puedes reconciliarte,
a menos que haya ultraje, altanería, secreto revelado o golpe de traición,
porque en estos casos tu amigo se escapará.

Gánate la confianza del prójimo mientras es pobre, 
para que, cuando sea rico, puedas disfrutar con él.
Permanece a su lado en tiempo de tribulación, 
para que, cuando herede, puedas compartir la herencia con él.

Vapor y humo salen del horno antes del fuego,
así las injurias preceden a la sangre.
Nunca me avergonzare de proteger a un amigo,
ni de su presencia me esconderé;
pero si por su culpa me ocurre algún mal,
todo el que se entere se guardará de él.


Por último en el capítulo 37 1-6 dice sobre los falsos amigos:

Todo amigo dice: "También yo soy tu amigo",
pero hay amigo que lo es sólo de nombre.
¿no es un digusto mortal
que un compañero o amigo se convierta en enemigo?
!Oh intención perversa! ¿De dónde salistes
para cubrir la tierra de engaño?
El compañero disfruta en la alegría del amigo,
pero en la desgracia se vuelve contra él.
El compañero compadece al amigo por interés, 
y cuando llega el combate, coge el escudo sólo para defenderse.
No te olvides de tu amigo,
ni dejes de recordarlo cuando sea rico.



Este libro forma parte de la Biblia griega, pero no figura en el canon judío. Es uno de los libros deuterocanónicos admitidos por la iglesia cristiana. Sin embargo, fue compuesto en hebreo, San Jerónimo lo conoció en su lengua original y los rabinos lo citaron. Su título latino, Ecclesiasticus (liber), es una denominación relativamente reciente. En griego, el libro se llamaba Sabiduría de Jesús Ben Sirá. Ben Sirac es el último testigo canónico de la sabiduría judía en Palestina. Es el representante por excelencia de aquellos jasidim, los "piadosos" del Judaísmo donde germinará la predicación de Cristo. Según estudiosos, data el libro del año en el que reinaba en Egipto Tolomeo VII Evergetes, y la fecha corresponde al 132 a.C.





MI COMENTARIO


¡Cuánto tiempo ha pasado desde estas palabras!. No han perdido ni un ápice de vigencia. De una forma o de otra, muchos hemos sentido la humillación del que se decía ser un "amigo" . Parece que en aquella subjetividad de los sentimientos, cada cuál considera y se justifica con el fin de no quedar como el malo de la película, pero hay un dato que es es inamovible; las opiniones son libres, los hechos inmutables. El amigo será el que ha acompañado en las tribulaciones, ofreciendo su energía. Una vez pasadas aquéllas,  el falso amigo o beneficiado por la ayuda desaparecerá. Es más, no perderá ocasión y lo despreciará,  le quitará valor a su trabajo sin agradecerle lo más mínimo su desinteresada intervención y aparecerá la envidia por no ser él el que tiene un alma noble, limpia. Querrá imitar a aquél que posee la condición de altruista y querrá ponerse en su lugar sin haberse ganado el mérito, sin trabajar consigo mismo, utilizando las palabras que no son suyas pero que él oyó y no escuchó del amigo, para así quedar bien delante de todos y ganar confianza. Intentará copiar las palabras que su amigo le dijo para calmar su corazón y que le ayudó a despertarlo de su letargo y necedad. El falso amigo, querrá coger para sí lo que no se ha ganado, queriéndo poseer la sabiduría del que, sin pedirle nada a cambio, compartió con él su conocimiento. Sin embargo, cuando las  palabras no nacen del corazón sino de la mente, que con argucias inconscientes conspiran contra la bondad, cuando sólo son palabras que no van acompañadas del ejemplo de quien las dice a través de sus hechos, de sus actos, sólo es aire, ni tan siquiera fresco, más tarde o más temprano no se sostendrán y el envidioso, que no es más que un ser triste por el bien ajeno, o el soberbio, que a sabiendas de que sufre no da su brazo a torce, quedarán al descubierto. 

¿Cuánta soberbia puede esconderse detrás de una cara aparentemente amable, divertida, pero con un interior lleno de dolor por su necedad, que le doblega en silencio y le corroe el alma?. ¿Cuánta hipocresia puede descubrirse cuando pillamos al mentiroso, que nos pone una cara de amigo y por detrás nos insultan y ofenden sin pudor? .  Con confianza hemos de seguir con el amor a nuestro lado, seguir amando y rogando que la dureza de cerviz que provoca tanto sufrimiento inútil, caiga rendida ante la necesidad de buscar la paz que sólo se consigue con la sinceridad. No es tan grave el pecado como la ocultación que nos hacemos de éste.   







viernes, 9 de julio de 2010

LA AMISTAD NO SIEMPRE ES FÁCIL


Cuántas cosas se dicen sobre lo que significa la amistad. Muchas frases con sonidos agradables, muchas palabras que son viento y ruido pero no hay más. Citas grandilocuentes acerca de lo que debe ser o no un amigo... Algunas son ciertas pero, en realidad, la amistad no se define con una frase ni tan siquiera con dos. Quizá porque eso implique que ha de comprometerse el que las dice con sus palabras. Para mi el amigo es el que comparte contigo el conocimiento. Aquél que no tiene que adivinar tu estado de ánimo, sino que cuenta con que tu se lo dirás si lo necesitas, porque sabe que tu también lo eres de él y te atreves a comprobar su respuesta. Amigo es el que tiene el valor y la energía de decirte, aún con riesgo de perder esa "amistad", que te equivocas y que estás siendo un estúpido, que tienes un tupido velo que no te deja ver, aunque tengas ojos, y que no te deja oír, aunque tengas oídos, mientras otros te pasan la mano por encima del lomo sin importarle lo más mínimo el daño que te haces por mentirte. El amigo te ama, no te quiere como una posesión, por eso ha de facilitarte las herramientas para que vueles solo como las águilas y no que dependas de él como un borrego. El amigo ha de tener la extraordinaria energía de ser capaz de decirte tus defectos, porque estamos tan inmersos en nuestro ego que no nos damos cuenta y eso nos impide evolucionar y ser cada día mejor, nos impide crecer y valernos por nosotros mismos. También decirte tus virtudes pero advertirte que no te engrías con ellas, sino que están para servir. El amigo es alguien que le importas lo suficiente como para no dejarte que sigas haciendo el ridículo, mientras otros ríen tus gracias, y te destruyas por culpa de tu ego, es aquel capaz de ponerte un espejo delante de ti y enfrentarse contigo a los miedos que te afligen, capaz de ayudarte en la difícil tarea de quitarte los monstruos que te invaden el alma. No es el que se emborracha contigo sino el que te dice que el alcohol no es la respuesta a los problemas. El amigo es aquel que cuando te caes, te ayuda a levantarte y curar tus heridas. Verdad que es un tesoro, por eso no todo el mundo lo tiene.