viernes, 16 de julio de 2010

LA CONCIENCIA DEL SER

 
 
  El intento del hombre para expresar su amor, traerá como resultado la paz en la tierra. Valorar su poder o efecto, puede cambiar totalmente las acti­tudes entre las personas. Cuando se practique, po­drá revolucionar al mundo.
El problema espiritual inmediato al que los seres de buena voluntad se enfrentan, es contrarrestar gradualmente el odio.
La clave de las dificultades que sufre la humanidad,  se debe a que recibió y no dio, aceptó y no compartió, acumuló y no distribuyó. Esto ha implicado el quebrantamiento de una ley que ha colocado a la humanidad en una posición de culpabilidad.
La humanidad nunca ha vivido realmente de acuerdo a la enseñanza recibida, a la formación espiritual trasmitida,  no ha sido expresada como se espera­ba. Los hombres no viven de acuerdo a lo que saben ni po­nen en práctica sus conocimientos;  están controlados por los deseos y ambición en vez de por el conocimiento inter­no. Nos tienen bien cogidos los pecados capitales, que nos angustian, pero que no estamos dispuestos que nadie venga y nos diga que los tenemos. Y pensar que la única forma de quitarlos de encima es que lo reconozcamos, que aceptemos nuestra mala educación para empezar a educarnos en el amor…
La sociedad está cubierta por un manto de morbosidad donde todos somos partícipes. Nos encanta el morbo de conversación y marearnos en  palabras huecas, sin sustancia, por muy bellas que parezcan aparentemente. Aburre el entrar a debatir con ánimo de aprender, actuar sin hipocresía, llevar a la práctica nuestros buenos deseos como ejercicio de libertad. Profundizar sobre las cuestiones y ahondar sobre las soluciones, todo esto pasa por el dato de una actitud responsable con el mundo y con uno mismo.
Es preferible la frivolidad antes que la sinceridad. La ironía y el cinismo antes que la frescura del que habla abiertamente, del que se expresa sin trampa ni cartón. Es más aceptado y divertido el ser  inconsciente que el ser consciente. No queremos escuchar. No queremos que se nos diga nada que suponga un desajuste en nuestro metro cuadrado existencial. Aunque estamos en una era donde la capacidad de obtener información es extraordinaria, no queremos saber. Aunque estamos más cerca que nunca de comunicarnos con medios a nuestro alcance, no queremos expresarnos, sólo hacer correr un tupido velo que oculte nuestros verdaderos sentimiento.  Es más divertido engañarnos que ver nuestra verdad. 

1 comentario:

  1. "La clave de las dificultades que sufre la humanidad, se debe a que recibió y no dio, aceptó y no compartió, acumuló y no distribuyó. Esto ha implicado el quebrantamiento de una ley que ha colocado a la humanidad en una posición de culpabilidad"
    Como no cambiemos eso en la educación de nuestros hijos y les enseñemos a lo bien que uno se siente dando y compartiendo, no vamos por buen camino...me incluyo en las que caen en la protección pero también me incluyo en las que, a veces, intentan cambiar el mundo. ¡Gracias por hacerme reflexionar Bella!

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